Por qué tu perro (o gato) pronto tendrá un carné de identidad en Europa

Los ciudadanos peludos de Europa finalmente obtienen derechos de «identificación»

En una medida que podría afectar a casi todos los rincones del continente, la Unión Europea está a punto de hacer obligatorio que todos los perros y gatos vendidos profesionalmente lleven un microchip. Con más de 255 millones de mascotas viviendo entre 450 millones de europeos, la regulación podría cambiar la vida diaria de los animales (y de sus seres humanos) para siempre.

¿La justificación? El tráfico de mascotas, las ventas en línea no reguladas y, seamos sinceros, las votaciones. Hay 166 millones de dueños de mascotas en Europa, solo un poco menos que los 183 millones de ciudadanos que votaron en las últimas elecciones al Parlamento Europeo. Bruselas entiende claramente que ganar a Rex y Félix significa ganarse al pueblo.

Un viaje legislativo digno de un drama

Fueron necesarios dos años, 28 artículos oficiales, 275 enmiendas y 8 disposiciones adicionales, pero se espera que el Parlamento Europeo vote esta semana sobre la primera ley integral de trazabilidad de mascotas del continente.

Según el reglamento, todos los perros o gatos vendidos por un criador profesional, una tienda de mascotas o un refugio deben tener un microchip. El objetivo: combatir el floreciente comercio ilegal de animales, que ve más de 780.000 mascotas comercializadas en línea en un momento dado en la UE.

La Comisión Europea mantendrá un índice de identificación centralizado en Bruselas. El perfil de su mascota pronto podría almacenarse en una base de datos europea segura, junto con los registros de seguridad alimentaria y de productos de consumo.

¿Quién está afectado y quién no?

Los dueños de mascotas privadas pueden respirar tranquilos. Las reglas se aplican estrictamente a criadores profesionales, vendedores y grandes refugios. Todavía no necesitarás registrar a Fluffy para obtener una identificación digital, a menos que planees abrir un criadero con más de cinco hembras reproductoras.

Los refugios más pequeños (menos de 15 animales) tendrán un régimen «indulgente»: no se requieren visitas anuales al veterinario ni formación formal del personal. Sin embargo, los refugios más grandes se enfrentarán a una supervisión estricta, que incluirá inspecciones veterinarias aleatorias, certificaciones oficiales del personal y actualizaciones obligatorias del «registro de establecimientos» centralizado de la UE.

Una regla innovadora: las mascotas deben esterilizarse antes de ser liberadas de los refugios, básicamente convirtiendo cada gran rescate en un peludo centro de planificación familiar. Incluso se alienta a los Estados miembros a utilice las multas de los infractores de las reglas para apoyar a los refugios de animales.

Medidas enérgicas contra las razas de diseñadores y las estafas en línea

La ley también apunta a conformaciones de raza extremas. Razas como los gatos persas de cara plana y los bulldogs braquicéfalos podrían existir pronto prohibido asistir a exposiciones debido a sus problemas respiratorios hereditarios, por lo que finalmente respondieron a las advertencias veterinarias que datan de hace casi un siglo.

Además, las plataformas en línea, donde El 60% de todas las ventas de mascotas se producen ahora, rendirán cuentas. El mercado digital de mascotas, plagado de estafas y tráfico ilegal, se encuentra ahora bajo el escrutinio regulatorio. Solo en Francia, 254 casos de fraude fueron identificados entre 2022 y 2023, pero solo tres dieron lugar a procesamiento.

Según la eurodiputada checa Veronika Vrecionova, que defendió la reforma, esta legislación es una victoria histórica: «Esta propuesta es un gran paso adelante contra la reproducción ilegal».

Una ley de sentido común, pendiente desde hace mucho

A pesar del balé burocrático, el reglamento ha sido ampliamente elogiado. Prohíbe la endogamia, evita la separación prematura de los recién nacidos y asesta un duro golpe a las «fábricas de cachorros» y a los criadores poco fiables de traspatio. En resumen, defiende a los animales de su peor enemigo: los humanos.

La medida pasó por el Comité de Agricultura con 35 votos a favor, solo 2 en contra, y 9 abstenciones. Ahora se dirige a una votación parlamentaria completa, que se espera que se apruebe sin problemas antes de las negociaciones finales con el Consejo.

Por una vez, parece que Bruselas ha encontrado algo que une a Europa: los perros y los gatos se merecen algo mejor.