Un jabalí se estrella contra la ventana de una panadería mientras huía de los cazadores
En la ciudad francesa de Commelle‑Vernay (Loira), un jabalí de 80 kg perseguido por perros de caza se estrelló contra la ventana de una panadería repleta de clientes antes de ser asesinado a tiros en la calle. Este incidente es un ejemplo dramático de cómo el «deporte» de la caza puede convertirse en caos, peligro y crueldad.
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Caos en la aldea
La mañana del sábado 25 de octubre de 2025, alrededor de las 10:30, la normalmente tranquila ciudad de Commelle-Vernay se vio sacudida por una escena de pánico. Un jabalí, aterrorizado y presionado por la persecución, irrumpió en la cristalera de la panadería Au gré des vents. El cristal se rompió, la vitrina se derrumbó y varios clientes que estaban dentro escaparon por poco de resultar heridos. El propietario de la panadería, Olivier Brise, dijo a los medios locales: «Un cliente vio venir el jabalí y se movió justo a tiempo. Sin eso, el vaso podría haber caído directamente sobre su cabeza».
A pesar del dramático golpe, el jabalí no se detuvo: huyó de la tienda y, más tarde, los cazadores le dispararon en la calle. Posteriormente, los cazadores se disculparon, el propietario de la tienda presentó una reclamación al seguro y volvió a abrir sus puertas al día siguiente.
Un patrón más amplio: peligro, angustia y riesgo público
No se trata de un incidente aislado. Hay varios otros ejemplos en Francia que ilustran cómo la caza con jaurías de perros, las campañas caóticas y la falta de garantías suficientes pueden causar graves daños:
- Cerca de Millau (Aveyron), los caminantes fueron atacados por un jabalí perseguido por perros de caza. El jabalí, que pesaba entre 50 y 60 kg, chocó dos veces contra la pareja mientras la perseguía.
- En otro caso ocurrido cerca de Aurillac (región de Cantal), una mujer de 25 años murió por una bala perdida durante una cacería de jabalíes dirigida por un cazador de 17 años. Iba caminando con una amiga por un sendero señalizado cuando recibió el disparo.
- Una gran expedición de caza en Francia mató a 158 jabalíes en un solo viaje, una cantidad que muchos grupos defensores de los derechos de los animales describieron como un «espectáculo sangriento de otra época».
Estos ejemplos ponen de relieve los problemas sistémicos: campañas que empujan a los animales a las aldeas, cazadores que disparan bajo presión, jaurías de perros que persiguen a la aterrorizada vida silvestre hasta los espacios públicos.
La crueldad y el punto de vista del animal
Vale la pena centrar la atención en el propio jabalí. En el incidente de la panadería, el jabalí no estaba atacando a inocentes, sino que estaba huyendo. Impulsado por el miedo, perseguido por perros y cazadores, el animal entró en el edificio en un intento desesperado por escapar. Una vez dentro, lo mataron a tiros.
Las imágenes tradicionales de la caza del jabalí invocan la valentía y la «caza noble». Sin embargo, la evidencia actual sugiere algo muy diferente: los animales son perseguidos, aterrorizados y, a veces, heridos, lo que supone un peligro público y cuestiones éticas. De hecho, los comentaristas han descrito la caza francesa de jabalíes como un «espectáculo sangriento» y han criticado la falta de respeto por el sufrimiento del animal.
Un artículo académico que estudia la caza del jabalí en Francia deconstruye cada componente (el impulso, los perros, las armas) y concluye que la caza moderna a menudo pone al animal en una situación de extrema angustia antes de morir.
Seguridad pública y responsabilidad de los cazadores
Más allá del sufrimiento de los animales, hay una importante dimensión de seguridad pública. Cuando un jabalí atraviesa la ventana de una panadería, no es solo simbólico, sino que representa un peligro para la vida humana. Los caminantes atacados cerca de Millau y la mujer asesinada cerca de Aurillac muestran cómo la caza mal regulada o controlada puede tener consecuencias trágicas.
El gobierno francés lo ha reconocido. En 2023 anunció planes para endurecer las leyes de caza, prohibiendo el consumo de alcohol y drogas en las cacerías, mejorando las medidas de seguridad y proporcionando protección adicional a los caminantes y residentes cercanos a las zonas de caza. Sin embargo, los críticos dicen que las reformas no van lo suficientemente lejos y que la cultura misma de cazar en masa permanece inalterada.
Qué significa esto para nuestra sociedad
Este incidente en una panadería, ambientado en un pueblo tranquilo pero que termina en violencia y muerte, es más que una peculiar historia de «un jabalí en una tienda». Es emblemático de cuestiones más profundas:
- ¿Por qué los cazadores siguen desplegando grandes jaurías de perros que persiguen la caza en pueblos y tiendas?
- ¿Qué nivel de riesgo para la seguridad humana están asumiendo las comunidades cercanas a las zonas de conducción?
- Cuando un animal huye para salvar su vida solo para recibir un disparo en la calle, ¿qué nos dice eso sobre la caza «ética»?
- ¿Deberían ponerse en peligro vidas, humanas o animales, por el bien de la tradición o el deporte?

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