Tragedia en Italia: un lobo arrebata al perro de la familia Pepe del jardín

Una noche devastadora

La noche del 23 de abril en Val di Sole, Trentino, un lobo entró en el jardín de la casa de Andrea Guerrato y se llevó al perro de su familia, Pepe. A pesar de los desesperados intentos de Andrea por intervenir, el lobo desapareció en el bosque con el perro.

Más tarde, los guardabosques solo recuperaron el collar manchado de sangre de Pepe, lo que confirmó el desalentador resultado.

«Nunca olvidaré tus llantos»

En una conmovedora publicación en las redes sociales, Guerrato describió la terrible experiencia. «A solo 20 metros de la casa, en el jardín, un lobo atacó tranquilamente a Pepe y se lo llevó», escribió. «Corrí hacia ella gritando, pero el lobo desapareció en el bosque con mi perro, a pesar de sus desgarradores gritos».

La familia ha quedado traumatizada, sobre todo al saber que apenas unas horas antes, cinco niños habían estado jugando en el mismo jardín.

Lobos y perros: presas, no compañeros

Los expertos enfatizan que los lobos ven a los perros domésticos como presas, no como compañeros. Si bien los humanos han domesticado a los perros durante milenios, los lobos siguen siendo cazadores salvajes y oportunistas. Un perro suelto o desprotegido en una zona habitada por lobos puede convertirse fácilmente en un objetivo.

A diferencia de los perros, los lobos no consideran a los humanos presa. Por lo general, los lobos evitan a los humanos y atacan solo cuando están sorprendidos o acorralados, especialmente si protegen a las crías.

No es una amenaza para los humanos, pero los perros deben estar protegidos

A pesar del shock emocional, los expertos subrayan que el suceso no indica una amenaza más amplia para la seguridad humana. La entrada de lobos a los jardines y se lleva a los perros es una señal de un mal manejo de los animales, no de un comportamiento agresivo hacia los humanos.

Marco Antonelli, experto en conservación de lobos, aconseja que los propietarios protejan de forma segura a sus mascotas durante la noche, especialmente en áreas conocidas por ser frecuentadas por lobos. Dejar a los perros atados al aire libre sin un refugio o protección adecuados aumenta el riesgo de depredación.

Un llamado a mejorar la conciencia y el manejo de los animales

La trágica pérdida de Pepe refleja un suceso similar ocurrido en 2024 en Salento, donde unos lobos se llevaron a un perro de la familia de un jardín privado. Estos incidentes resaltan la necesidad de una mayor educación pública sobre la convivencia con la vida silvestre.

La contención adecuada, especialmente durante la noche, es fundamental. Los recintos seguros pueden reducir en gran medida el riesgo de que los lobos se aprovechen de los animales domésticos.