El «desafío del cubo de hielo» de TikTok para perros: por qué esta peligrosa tendencia debe terminar
Ah, las tendencias de TikTok, a menudo divertidas, a veces absurdas, pero cada vez más alarmandamente imprudentes. El último fenómeno preocupante consiste en echar cubos de agua helada sobre perros desprevenidos para que se rían y los vieran en Internet. Lejos de ser una diversión inofensiva, los veterinarios advierten que este truco viral plantea graves riesgos físicos y psicológicos para nuestros compañeros caninos.

Una peligrosa tendencia viral
Conocida como el «Ice Bucket Challenge for Dogs», esta inquietante tendencia consiste en que los dueños colocan a sus perros en sillas y los rocían abruptamente con agua helada, grabando sus reacciones de pánico. En un principio popularizada por la plataforma mediática dedicada al bienestar animal Vakita, ahora circulan numerosos vídeos que provocan risas y una justificada indignación.
El comentarista de redes sociales Julien Courbet expresó su enfado e incredulidad en Twitter y escribió: «Me cuesta encontrar un adjetivo para las personas a las que realmente les parece divertido». Los expertos se hacen eco de sus sentimientos y desalientan rotundamente la participación debido a los posibles daños.
Riesgos físicos para los perros
El peligro físico inmediato surge de la reacción instintiva del perro para huir del repentino choque de frío. «Los perros suelen saltar presa del pánico y pueden resbalarse y caerse de sillas o superficies elevadas», advierte un veterinario con sede en París. «Los perros más viejos o menos ágiles son especialmente vulnerables, ya que pueden sufrir lesiones graves durante estos intentos desesperados por escapar».
De hecho, las imágenes muestran claramente a los perros dando saltos frenéticos sobresaltados, lo que a veces provoca resbalones o caídas peligrosas. Estos accidentes evitables subrayan la irresponsabilidad de este desafío viral.
Impacto psicológico y consecuencias conductuales
Quizás lo más insidioso sea el grave daño psicológico infligido a los perros sometidos a esta terrible experiencia. «El impacto psicológico puede ser extremadamente perjudicial», explica el veterinario. «Este evento estresante puede alterar significativamente el comportamiento del perro y socavar su sentido de confianza y seguridad».
Cuando el cuidador de confianza de un perro le inflige inesperadamente malestar o miedo, el mundo entero del perro se ve perturbado. Los veterinarios señalan que esto puede erosionar el vínculo esencial de confianza entre el perro y el dueño, lo que puede provocar un aumento de la ansiedad, el miedo e incluso la agresividad.
Implicaciones legales: violaciones del bienestar animal
Más allá de las preocupaciones éticas, someter a los animales a esta tendencia podría clasificarse legalmente como maltrato animal según la legislación francesa. El artículo L214-3 del Código de Pesca Rural y Marítima francés prohíbe explícitamente el maltrato o la angustia innecesaria infligida a los animales.
«Esto puede parecer trivial para algunos», señala el veterinario, «pero desde un punto de vista legal, es innegablemente un maltrato». En teoría, las autoridades podrían intervenir, lo que subrayaría la gravedad de la situación.
En última instancia, esta alarmante tendencia no debe verse como entretenimiento sino como lo que realmente es: una práctica dañina y potencialmente abusiva disfrazada de humor.



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