«Hubo dos disparos y lo escuché gritar»: Wolfdog asesinado a tiros durante un paseo cerca de Menton
Aslan, un perro lobo checoslovaco de siete años, fue asesinado a tiros mientras paseaba con su dueño por el campo cerca de Menton (Francia). Su devastada dueña, Sandrine Bérard, exige justicia por lo que ella llama un acto de violencia sin sentido.

Un paseo tranquilo se vuelve fatal
El 19 de febrero, Sandrine llevó a Aslan y a los Malinois de una amiga a dar un paseo habitual por el Mont Agel, una zona boscosa de senderismo que frecuenta semanalmente. Con el cierre oficial de la temporada de caza mayor, no tenía motivos para temer ningún peligro.
«Estábamos tomando una ruta más corta de lo habitual cuando se ponía el sol. Aslan y los Malinois corrían sin correa y disfrutaban de su tiempo al aire libre», recuerda. Momentos después, los disparos hicieron añicos la tranquila tarde.
«Escuché dos disparos y luego el grito agónico de Aslan. Los Malinois regresaron solos, aterrorizados», dijo. Cuando encontró a Aslan, ya era demasiado tarde.
Encontraron más de 100 perdigones en su cuerpo
Posteriormente, una radiografía veterinaria confirmó lo peor: el cuerpo de Aslan estaba plagado de más de 100 pequeñas bolitas de plomo, lo que indica que recibió un disparo a quemarropa. «Cuanto más cerca estaba el tirador, más concentrados estaban los perdigones. Lo ejecutaron», afirmó Sandrine.
Sandrine cree que el responsable fue un cazador o un cazador furtivo. «Había visto un auto estacionado cerca del sendero cuando llegamos. Tras el tiroteo, había desaparecido. Alguien estaba cazando ilegalmente», sospechaba.
La investigación está en marcha, la Asociación de Cazadores reacciona
Decidida a hacer justicia para Aslan, Sandrine presentó una queja formal ante la gendarmería. El caso está siendo investigado y las autoridades están listas para interrogar a los cazadores locales. Las organizaciones de defensa de los animales, incluida 30 Millions d'Amis, también se han sumado como partes civiles.
Jean-Pierre Caujolles, presidente de la Federación de Caza local, reconoció el incidente, pero sugirió posibles circunstancias atenuantes. «Hubo quejas anteriores sobre este perro que deambulaba sin correa y asustaba a la gente. Si el tirador lo confundió con un lobo o actuó en defensa propia, debemos considerar todas las posibilidades», afirmó.
Sin embargo, Sandrine se mantiene firme: «Aslan llevaba un collar GPS. Estaba bien entrenado y nunca era agresivo. No fue un accidente. Alguien disparó deliberadamente a mi perro».

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