El último día del humo: indignación tras dormir a un perro «peligroso» en Francia

Un perro sin más posibilidades

Smoke, un pastor holandés de cuatro años, había estado viviendo en el refugio SPA de Flayosc, en el sur de Francia. No era el típico perro de refugio. Había mordido tres veces en el pasado: una vez a un voluntario y dos veces a personas que habían intentado adoptarlo. Cada incidente hacía que su futuro fuera más incierto.

Esta semana, la SPA confirmó que Smoke fue sacrificado después de ser evaluado por un veterinario y clasificado en el nivel más alto de imprevisibilidad. Jacques-Charles Fombonne, presidente de la SPA, defendió la decisión:

«Este perro era peligroso. Teníamos que proteger a las personas, proteger el spa y no prolongar su sufrimiento».

Para el SPA, el humo representaba un riesgo grave. Para muchos otros, era un símbolo de esperanza traicionada.

«Su sangre está en sus manos»

Los grupos defensores de los derechos de los animales denunciaron inmediatamente la eutanasia. El Colectivo para Salvar el Humo y la asociación Extrême Sauvetage emitieron un comunicado:

«La SPA eligió la muerte para un perro perfectamente sano. Cientos de los denominados perros difíciles viven tras las rejas durante años sin que los maten. Smoke fue traicionado por quienes debían protegerlo. Su sangre está en las manos del SPA».

Para los activistas, la historia de Smoke es más que la de un perro. Representa lo que ellos ven como un fracaso generalizado a la hora de ofrecer a los animales desafiantes la oportunidad de ser rehabilitados, entrenados o incluso sometidos a pruebas médicas avanzadas que podrían haber explicado su comportamiento.

Nace un movimiento

En los días siguientes a su muerte, comenzaron las protestas. Decenas de personas se congregaron frente a la subprefectura de Draguignan portando pancartas y vistiendo camisetas con el lema «Save Smoke». En Flayosc, se organizó un monumento conmemorativo en su honor.

Las celebridades y personas influyentes sumaron rápidamente sus voces. Rémi Gaillard, comediante francés y activista por los derechos de los animales desde hace mucho tiempo, se enfrentó públicamente a la SPA. Las estrellas de telerrealidad Shanna Kress y Mélanie Dedigama pidieron justicia en las redes sociales, y llegaron a millones de seguidores.

Una petición en línea titulada «Save Smoke» superó las 70 000 firmas en solo unos días. Los activistas están preparando ahora una gran manifestación en París.

El nombre de Smoke se ha convertido en un grito de guerra.

Entre la seguridad y la compasión

La tragedia de Smoke ha reabierto un doloroso debate en Francia: ¿cómo debe tratar la sociedad a los perros considerados peligrosos?

Para la SPA, la eutanasia era la única opción responsable: sostienen que mantener a un perro encerrado de por vida es cruel y liberarlo habría puesto en peligro a las personas.

Para sus seguidores, ocurre lo contrario. Dicen que la vida de Smoke importaba. Dicen que cada perro, por difícil que sea, merece todas las oportunidades posibles. Esa compasión debe preceder al miedo.

Un símbolo que no se olvidará

Se ha ido el humo. Pero su historia ya ha cambiado algo. En su nombre, la gente marcha, grita y exige que no se descarte tan rápido a los animales con «problemas de comportamiento».

Para muchos, Smoke no es solo un perro que murió en un refugio. Es un símbolo, un recordatorio de hasta qué punto los humanos pueden fallar a sus mejores amigos y de lo desesperadamente que debemos hacer algo mejor.

❤️ Descansa en paz, Smoke. Te amaron más de lo que creías.