La primera sonrisa de Ringo: El perro que pasó su vida en una caja finalmente encuentra el amor
Durante más de 700 días, Ringo no conoció nada más que miedo y confinamiento. Criado en un refugio rumano, nunca había experimentado la vida en un hogar, hasta que una mujer le dio una segunda oportunidad.

Más de 700 días de aislamiento
Ringo fue rescatado cuando era un cachorro, pero creció tras las rejas de un refugio rumano, el Lucky's Legacy Rescue. La vida le pasó de largo en una perrera de hormigón. Cuando su hermano Domino murió, Ringo cerró por completo. Temblaba constantemente, se negaba a tocarlo, nunca jugaba y no quería entrar en una casa, incluso cuando por fin encontró un nuevo hogar en los Estados Unidos.
Un viaje por el mundo
Conmovido por su historia, el fundador de Refugio de vida silvestre Juniper, un santuario de animales en Florida, decidió adoptarlo. El viaje fue largo: 14 horas de viaje, seis horas en la aduana, seguidas de semanas de cuarentena. Por la noche, aullaba desesperado. Pero Ringo no estaba solo: Howie, su nuevo compañero canino, lo ayudó poco a poco a salir de su caparazón.

El momento en que todo cambió
Su nuevo humano se negó a darse por vencido. Todos los días, durante cinco meses, se sentaba tranquilamente junto a él en el césped, dejando que Ringo decidiera cuándo estaba listo. Entonces, un día... él la miró, movió la cola y sonrió.
Un video capturó ese momento: «Hace cinco meses, no podía ni tocarlo. Hoy corre hacia mí, feliz».

Aprender a vivir
Poco a poco, Ringo empezó a vivir como un perro de verdad. Cavó hoyos, robó zapatos, le ladró al hombre de la casa. Pero pasaron dos meses completos antes de que se atreviera a entrar en la casa por primera vez. Su humano yacía en la hierba todos los días, esperando. Entonces, un día, cruzó el umbral. Desde entonces, el miedo ha sido reemplazado por la confianza. Ringo está en casa.




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