Justicia para Stark: una historia de supervivencia y lucha contra la crueldad hacia los animales

La terrible experiencia de Stark: una historia de crueldad inimaginable

En enero de 2025, un olor fétido llevó al conserje de un edificio de Mulhouse a descubrir una escena espeluznante: Stark, un malinois de cuatro años, fue encontrado en un sótano, demacrado, deshidratado y con quemaduras graves que cubrían gran parte de su cuerpo. Mathieu Spenlé, director del SPA de Mulhouse, relató el momento: «El perro no se movía en absoluto. Inmediatamente nos preguntamos si aún estaba vivo». Stark estaba tan debilitado que apenas podía levantar la cabeza cuando los equipos de rescate lo llevaron de urgencia al veterinario.

Una investigación más profunda reveló una inquietante historia de abuso. En agosto de 2024, el mismo propietario había confinado a un perro anterior, Riley, en el maletero de un automóvil bajo el sol abrasador, alegando que el perro era agresivo. A pesar de este incidente, adquirió a Stark en noviembre y lo describió como «un perro juguetón, un amor». Trágicamente, el destino de Stark fue aún más terrible.

Un patrón sombrío de abuso

La explicación del propietario sobre las lesiones de Stark fue a la vez impactante e inverosímil. Admitió haber atado la correa de Stark a su auto para «pasearlo», y afirmó: «El perro no quería subirse al auto; quería continuar su caminata. Me fui despacio con la correa y el perro corrió detrás». Sin embargo, los vecinos dijeron haber visto cómo el automóvil aceleraba y frenaba bruscamente, lo que sugiere que Stark fue arrastrado. Los mensajes de texto enviados por el propietario a un amigo lo incriminaban aún más: «El perro está muriendo; deberíamos arrojarlo al canal».

Al llegar al SPA, el estado de Stark requirió la amputación de su pierna más gravemente lesionada para prevenir la sepsis. Sorprendentemente, en una semana, Stark se estaba adaptando a la vida en tres piernas, mostrando una increíble voluntad de vivir.

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Procedimientos legales y defensa de la justicia

El 3 de junio de 2025, el antiguo propietario compareció ante el Tribunal Correccional de Mulhouse, acusado de «abuso grave y actos de crueldad». El fiscal solicitó una sentencia de dos años de prisión, con un año de libertad condicional condicional y un año de encarcelamiento no negociable. Además, la fiscalía pretendía prohibir al acusado poseer animales o trabajar en cualquier profesión relacionada con los animales. La sentencia está prevista para el 20 de junio.

El abogado Christophe Gérard, representante de la SPA de Mulhouse, la Asociación Stéphane Lamart y Act for Animals, hizo hincapié en las implicaciones más amplias: «El maltrato animal es una violencia diaria. Este no es un caso aislado». Expresó su satisfacción por el hecho de que el fiscal reconociera la gravedad de los delitos, pero lamentó el retraso de Francia en materia de protección animal en comparación con países como Bélgica, donde esos derechos están consagrados en la Constitución.

El nuevo comienzo de Stark y la lucha en curso

A pesar de su traumático pasado, la historia de Stark toma un giro esperanzador. Ha sido adoptado por una familia amorosa en Suiza, donde continúa recuperándose y prosperando. Su resiliencia sirve como un poderoso recordatorio de la necesidad de vigilancia y defensa ante la crueldad hacia los animales.

Este caso subraya la necesidad urgente de contar con marcos legales más sólidos para proteger a los animales y garantizar que los autores de actos tan atroces rindan cuentas. A medida que Stark se embarca en un nuevo capítulo, su historia impulsa los esfuerzos para combatir el maltrato animal y promover un trato compasivo para todas las criaturas.