Sentencia histórica: un perro asesinado por un cazador conlleva una indemnización de 45.000 euros en un caso histórico

Keeran tenía solo un año y medio cuando un cazador lo confundió con un jabalí y lo mató a tiros. Ahora, en una innovadora sentencia judicial italiana, se ha condenado al responsable a pagar más de 45 000 euros en concepto de daños y perjuicios, una victoria simbólica para quienes ven a los animales como verdaderos miembros de la familia.

Condenan a un cazador a pagar 45.000 euros tras matar por error a un perro de su familia

Una trágica mañana convertida en hito legal

En una tranquila mañana de invierno de enero de 2023, en el pueblo de Torchiaro, en el centro de Italia, Keeran, un perro amable y devoto, estaba jugando con otros perros en un campo cerca de su casa. Sin previo aviso, un disparo resonó por todo el país. Una sola bala alcanzó a Keeran con fuerza mortal, causándole una herida de 5 centímetros que lo mató al instante.

El tirador, un cazador en una expedición de jabalíes, afirmó más tarde que había confundido a Keeran con una presa. Lo más importante es que no se había avisado previamente de una cacería en curso en la zona, ni señales ni alertas de seguridad. Este acto de grave negligencia ha dado lugar ahora a una poderosa decisión judicial: el seguro del cazador debe pagar más de 45 000 euros en concepto de daños y perjuicios, más los honorarios legales.

«Había perdido toda esperanza»

Francesca Bertolutti, adiestradora profesional de perros originaria de Udine, se había mudado a la región de Marche para dedicar su vida a sus ocho perros. Keeran no era solo una mascota: era su pareja, su compañero, su sombra.

Después de que un doloroso juicio penal terminara con el archivo del caso y sin la retirada de la licencia de arma de fuego del cazador, Bertolutti dice que se sintió aplastada. «Había perdido toda esperanza», dijo Corriere Adriatico. «El cierre de la causa penal pareció una segunda muerte».

Sin embargo, esta victoria en la corte civil lo cambia todo. No se trata solo del dinero: se trata del reconocimiento, la justicia y un cambio en la forma en que la sociedad ve el impacto emocional de perder a un animal de compañía.

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«Un animal es un miembro de la familia»

La sentencia del tribunal de Fermo es más que una compensación financiera: es un precedente. Reconoce la daño moral sufrido cuando un animal querido muere debido a la negligencia humana.

«Espero que esta decisión ayude a crear conciencia entre los cazadores», instó Bertolutti. «No se puede usar un arma de fuego con tanto descuido. Todos los años hay demasiados accidentes. Los animales e incluso las personas mueren por falta de responsabilidad».

Lo que queda de Keeran

Keeran, un Lupino del Gigante de ojos dulces, había estado con Bertolutti solo 18 meses, pero dejó una marca indeleble. Tras su muerte, publicó fotos de él en Internet, tomadas la mañana de su fallecimiento.

«Nunca pensé que esas serían tus últimas fotos por culpa de un cazador. Esto es lo que queda de ti. Fuiste el mejor regalo de mi vida».

Ahora, aunque el dolor perdura, esta decisión judicial ofrece una forma de justicia poco común y significativa. Envía un mensaje: los animales importan, y el dolor de perderlos es real y digno de reconocimiento.