Un perro muere en condiciones de calor extremo tras ser abandonado atado al sol en el sur de Francia

Llamada de emergencia en el Aude

El domingo 10 de agosto, una llamada de auxilio alertó a la organización benéfica francesa 30 Millions d'Amis sobre un caso de abandono de animales en Barbaira, en el departamento de Aude. Una cruz de un terrier cazador alemán fue vista atada a pleno sol cuando las temperaturas superaban los 35 °C (95 °F).

«Este pobre perro estaba tirado en el suelo, completamente inconsciente», dijo Jean, investigadora voluntaria de la fundación. «No tenía agua ni comida».

Jean se puso inmediatamente en contacto con el ayuntamiento local y la gendarmería para acceder a la propiedad. Juntos, liberaron al animal y comenzaron a enfriarlo en un intento por salvarle la vida.

Un conejo se quedó sin agua

La investigación reveló que el perro no estaba solo. Dentro de un cobertizo, Jean descubrió un conejo enano, también abandonado sin acceso al agua. «Solo tenía unos pocos gránulos y una caja de arena sucia», explicó Jean. «Pudo haber muerto en cuestión de horas».

El conejo fue capturado y llevado al veterinario. Además de una posible infección en el oído, se comprobó que se encontraba en buen estado de salud.

La víctima de un golpe de calor no pudo salvarse

Ambos animales fueron trasladados de urgencia a una clínica veterinaria. El conejo se recuperó rápidamente, pero el perro joven, que pesaba solo 7 kg (15 libras), se encontraba en estado crítico. Su temperatura corporal había superado los 40 °C (104 °F), una señal clara de un golpe de calor, y tenía dificultades para respirar.

A pesar del tratamiento intensivo, el perro sufrió un paro cardíaco durante la noche y murió. «Murió durante el tratamiento a causa de un ataque al corazón», dijo Jean. La fundación ha presentado una denuncia formal por abusos graves y actos de crueldad.

Un patrón mortal durante el verano

Lamentablemente, esta tragedia está lejos de ser aislada. Cada verano, cientos de animales en Francia son abandonados o abandonados en condiciones de calor peligroso sin refugio ni agua. A principios de este verano, 30 millones de amigos rescataron a Moula, un perro demacrado abandonado día y noche en un balcón de Seine-et-Marne, donde las temperaturas alcanzaron los 37 °C (99 °F) incluso a la sombra.

«En el siglo XXI, todos deben ser conscientes de los riesgos mortales que el calor representa para los animales», enfatizó Jean.

Con Francia nuevamente en alerta por ola de calor, la fundación insta al público a permanecer alerta y denunciar cualquier animal en peligro.