Dea, la perrita abandonada y enferma, busca una familia muy especial

Dea, una cachorrita mestiza de dos meses que fue encontrada abandonada a un lado de una carretera siciliana, se enfrenta ahora a un desafío aún mayor: una grave enfermedad que le dificulta encontrar un hogar definitivo. Su historia, que se desarrolla en Agrigento, ha conmovido a muchos, pero su estado de salud, lamentablemente, está asustando a los posibles adoptantes.

Rescatado del borde de la carretera

Hace aproximadamente un mes, un refugio local en Sicilia recibió un informe urgente: se vio a dos cachorros deambulando peligrosamente cerca de los automóviles en una concurrida carretera. Los voluntarios acudieron corriendo al lugar de los hechos con una caja de cartón para recogerlos antes de que ocurriera la tragedia.

Ambos cachorros parecían sanos y probablemente habían sido abandonados recientemente. Nadie se presentó para reclamarlos, y el refugio proporcionó rápidamente todas las vacunas necesarias. El cachorro macho fue adoptado casi de inmediato. Dea, sin embargo, tuvo que esperar un poco más, aunque el interés por ella era fuerte.

Una afección poco frecuente lo cambia todo

Poco después de llegar al refugio, una voluntaria llamada Rita notó algo extraño. Cada vez que Dea comía, tenía un hipo intenso y convulsiones visibles en el cuello. Alarmado, el equipo la llevó de urgencia a un veterinario para que le hicieran radiografías y pruebas. El diagnóstico: megaesófago.

«Esta afección impide que los alimentos se muevan correctamente por el esófago y, en cambio, hace que ingresen a los pulmones», explicó Rita. «Provoca bronquitis, asfixia e incluso puede llegar al estómago. La cirugía no es una opción, es arriesgada y no solucionaría el problema a largo plazo».

Los planes de adopción fracasan

Justo cuando una familia se preparaba para adoptar a Dea, el refugio tuvo que tomar una decisión difícil. «Pensamos que era esencial encontrar a alguien con la capacidad de controlar su enfermedad», dijo una voluntaria.

El megaesófago requiere cuidados altamente especializados. Dea no puede comer de un cuenco que esté en el suelo; debe mantener la cabeza erguida durante las comidas con un arnés especial. Después de cada comida, también debe permanecer erguida durante al menos 15 minutos para facilitar la digestión y evitar la aspiración.

Buscando un hogar con tiempo y paciencia

Incluso las familias mejor intencionadas se ven abrumadas por las exigencias del estado de Dea. «La familia ideal debe estar familiarizada con la enfermedad», dijo Rita. «Necesita a alguien con tiempo y paciencia de sobra. Sus comidas deben espaciarse cuidadosamente, y no es una perra como cualquier otra».

Dea tiene actualmente dos meses y medio y está disponible para su adopción en cualquier parte de Italia. Cualquier persona interesada en darle una segunda oportunidad de vida puede contactar a los voluntarios en +39 327 3160176.