Un perro enjaulado abandonado en Blizzard encuentra seguridad y amor en KC Pet Project
En una desgarradora historia de resiliencia, un perro joven que quedó enjaulado en una acera durante una de las peores tormentas de nieve de Kansas City ahora está sano y salvo y recuperándose, gracias a la dedicación del refugio de animales KC Pet Project. El 5 de enero, durante una tormenta que dejó casi 30 centímetros de nieve, la División de Servicios para Animales del refugio recibió una llamada urgente.
Un anciano, despertado por los ladridos del perro atrapado, alertó al refugio. Al no poder llevar al cachorro a su interior, confió en la supervisora de campo de KC Pet Project, Angelina Bryant, para que le respondiera. Bryant tuvo que enfrentarse a condiciones de congelación y puertas congeladas, y se subió a su vehículo para rescatar a la perra.
«Cuando llegué allí, la vi temblar, pero cuando me vio, su cola se movió con tanta fuerza que sacudió la caja», compartió Bryant. «No sabes cuáles son las circunstancias de una persona, pero no entiendo cómo alguien puede dejar a un perro en esas condiciones».
Seguro y cálido
Una vez rescatada, la cría de un año —aún sin nombre— fue llevada al refugio, donde recibió calidez y cuidados. Sorprendentemente, no sufrió lesiones ni se congeló a pesar del intenso frío. Bryant compartió que la perra ha estado «viviendo su mejor vida» en su oficina, disfrutando del calor y la comodidad mientras esperaba un hogar permanente.
«Somos trabajadores esenciales», dijo Bryant. «No importa lo cansados o el frío que tengamos, tenemos que presentarnos».
Un llamado a la responsabilidad
El proyecto KC Pet prevé un aumento en las llamadas de asistencia social durante las duras condiciones climáticas. «Hemos estado muy ocupados con los controles de asistencia social», explicó Bryant. El refugio aconseja a los dueños de mascotas que proporcionen un refugio adecuado con paja u otros materiales aislantes si sus mascotas deben permanecer afuera durante los meses de invierno.
Un final feliz a la vista
Ahora a salvo en un refugio donde no se matan, la resistente perra la espera en casa para siempre. Su historia es un recordatorio del trabajo esencial que realizan los refugios y de la importancia de la vigilancia comunitaria para proteger a los animales
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