Tras perder a su perro, un vagabundo en Francia vuelve a encontrar la esperanza con Missty: «Es la hija que nunca tuve»
Alex, una figura muy conocida en las calles de Nancy, Francia, perdió a su querido perro Caillon hace más de un año. Con el corazón roto y solo, por fin ha vuelto a encontrar la alegría gracias a una nueva compañera: una cachorrita llamada Missty.

Un año de dolor en las calles
Hace más de un año, Alex —un hombre que vivía en condiciones precarias en la rue Saint-Georges de Nancy— sufrió la devastadora pérdida de Caillon, el perro al que consideraba su propio hijo. «No era solo una mascota», dijo Alex. «Era mi familia».
Durante meses, el dolor persistió. Pero recientemente, una nueva alma entró en su vida: una pequeña mezcla de beagle y schnauzer llamada Missty, y con ella, una razón para volver a sonreír.
Un vínculo que ya es inquebrantable
Missty tiene casi 8 meses, llena de energía, afecto y lealtad. «Es muy juguetona, pero eso es normal, todavía es una bebé», explica Alex. «Cuando salgo y vuelvo, aunque solo sea por unos minutos, actúa como si hubiera estado ausente durante 100 años».
Los dos son ahora inseparables. Dondequiera que Alex vaya, Missty la sigue. Ya sea acurrucada a su lado o emocionada por su regreso, ella nunca está lejos.
«Ella es la niña que nunca tuve»
A pesar de sus dificultades y problemas emocionales, Alex dice que Missty lo está ayudando a aguantar. «Ella lo siente cuando estoy deprimido. Pero su presencia es lo que me ayuda a seguir adelante», comparte.
La abraza y le susurra con una sonrisa: «Es la hija que nunca tuve».



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