Zero, el perro de guerra que lucha contra el terrorismo en Irak junto a los Boinas Verdes
En la incesante lucha contra el terrorismo, hay guerreros silenciosos que se han convertido en actores esenciales en el campo de batalla moderno. En 2017, el Comando de Operaciones Especiales (SOC) se fijó un objetivo ambicioso: crear una unidad de élite capaz de detectar explosivos y neutralizar las amenazas en los entornos más hostiles. Así nació el equipo operativo K9, un grupo de élite en el que perros entrenados con precisión quirúrgica operan codo a codo con soldados de las fuerzas especiales en misiones de alto riesgo.
Desde sus inicios, estos perros han demostrado constantemente su valor en escenarios de combate reales, ampliando sus funciones de forma continua. En la actualidad, su despliegue va más allá de las fronteras españolas y apoya activamente al Servicio Antiterrorista (CTS) de Iraq en su lucha contra el Daesh. Su presencia significa no solo un apoyo adicional, sino un cambio de paradigma en la lucha contra el terrorismo.

Soldados de cuatro patas
Lejos de ser meros rastreadores, las unidades K9 han redefinido el apoyo táctico. Tanto en España como en Irak, estos perros han ido más allá de la detección de explosivos para convertirse en parte integral de la estrategia operativa. Equipados con tecnología avanzada que incluye cámaras, linternas, láseres y marcadores, funcionan con eficacia en entornos de baja visibilidad, sirven de ojos a los comandos de élite e incluso se lanzan en paracaídas con sus adiestradores.
Su integración en las comunicaciones tácticas amplía la capacidad de respuesta de las unidades de operaciones especiales, optimizando la seguridad y la eficacia operativa. Estos perros no son solo unidades de apoyo; son una fuerza de combate.

El segundo despliegue de Zero
Zero ha regresado a la primera línea. Desde noviembre de 2024, durante su segundo despliegue en operaciones especiales en Irak, este perro altamente especializado ha mejorado aún más sus capacidades. Puede detectar diversas sustancias explosivas y operar a distancias superiores a un kilómetro sin la intervención directa de su adiestrador.
Con un arnés y un casco equipados con cámaras integradas, el equipo de Zero recibe imágenes en tiempo real de las áreas operativas, lo que permite una precisión quirúrgica en entornos hostiles. Zero responde a los comandos remotos que se envían por radio, drones o láseres y realiza tareas de forma autónoma, ya sea buscando explosivos o neutralizando amenazas.
Este revolucionario sistema minimiza los riesgos para los operadores humanos, garantizando que las misiones se lleven a cabo sin una exposición innecesaria a peligros inminentes.

Compromiso y sacrificio
La inclusión de los K9 en las operaciones especiales significa más que un avance táctico. Es un testimonio del sacrificio, la dedicación y la inteligencia que caracterizan la asociación entre humanos y perros en el combate. Cada misión rinde homenaje a la lealtad y el coraje de estos animales, que arriesgan sus vidas con la misma valentía que cualquier soldado.



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