Turquía aplicará plenamente la controvertida ley sobre perros callejeros

El gobierno turco ha anunciado su compromiso de aplicar plenamente una controvertida ley destinada a sacar a millones de perros callejeros de las calles tras la trágica muerte de una niña de dos años.

La ley, que los activistas por los derechos de los animales han denominado «ley de masacres», fue aprobada por el parlamento turco el verano pasado, pero las autoridades locales solo la han aplicado parcialmente. La ley obliga a los municipios a capturar perros callejeros, colocarlos en refugios para vacunarlos, esterilizarlos o castrarlos y ponerlos en adopción. Los perros que se consideren enfermos, terminales o peligrosos para los humanos serán sacrificados.

Los funcionarios del gobierno se comprometen a tomar medidas

En un vídeo publicado en las redes sociales, el ministro del Interior de Turquía, Ali Yerlikaya, emitió una severa advertencia a los municipios, declarando:

«O hacen este trabajo o utilizaré toda la autoridad que me otorga la ley».

El nuevo enfoque del gobierno en hacer cumplir la ley se produce tras la muerte de la pequeña Rana El Selci, que fue atacada fatalmente por una jauría de perros callejeros en Konya, en el centro de Turquía. La tragedia ha reavivado un intenso debate sobre los aproximadamente cuatro millones de perros callejeros que deambulan por las calles y zonas rurales de Turquía.

Tras la muerte de la niña, las autoridades de Konya han empezado a detener a los perros callejeros y se ha iniciado una investigación penal oficial. El presidente Recep Tayyip Erdogan confirmó que el gobierno está tomando medidas decisivas para garantizar la aplicación de la ley.

Un tema profundamente divisivo

Un informe publicado por Safe Streets and Defence of the Right to Life, un grupo que aboga por la eliminación completa de los perros callejeros, afirma que 65 personas han muerto en ataques de perros callejeros desde 2022, sin incluir la reciente muerte de Rana El Selci.

Sin embargo, los activistas por los derechos de los animales se oponen firmemente a la legislación, por temor a que conduzca a asesinatos en masa o deje a los perros abandonados en refugios superpoblados y abandonados. Algunos municipios dirigidos por la oposición se han negado abiertamente a cumplirla, prometiendo no detener a los perros callejeros en sus distritos.

El tema ha dividido a la sociedad turca, y también han intervenido antiguos funcionarios del gobierno. Durante la pandemia de la COVID-19, el exministro de Justicia Abdulhamit Gul publicó en las redes sociales una foto suya acariciando a un perro, en la que afirmaba:

«No debemos abandonar a nuestros amigos animales durante estos tiempos difíciles».

Esto ocurrió en un momento en que el gobierno turco alentaba la alimentación de los animales callejeros, mientras que los confinamientos limitaban la circulación pública.

Protestas en Turquía y en el extranjero

Miles de manifestantes han salido a las calles en varias ciudades turcas para exigir la derogación de la ley. Las protestas también se han extendido a Europa, y los activistas advierten que la legislación podría disuadir a los turistas de visitar Turquía.

Los críticos sostienen que el aumento de las poblaciones de perros callejeros se debe a la mala aplicación de las regulaciones anteriores, que exigían a los municipios capturar, esterilizar y devolver a los perros a sus ubicaciones originales.

Un inquietante paralelo histórico

La Federación Turca por los Derechos de los Animales (HAYTAP) ha establecido paralelismos entre la ley actual y un trágico suceso ocurrido en 1910, cuando el sultán otomano ordenó la expulsión de decenas de miles de perros callejeros de Estambul en un esfuerzo por «occidentalizar» la ciudad.

Según los registros históricos, los perros fueron transportados a una isla árida sin comida ni agua, lo que provocó una hambruna masiva, canibalización y ahogamientos, ya que muchos intentaron nadar de regreso al continente. Según se informa, los habitantes de Estambul de la época podían oír a los perros hambrientos aullar desde la isla, lo que los persiguió durante años.

Temores de asesinatos en masa

Las organizaciones de derechos de los animales están profundamente preocupadas de que los municipios sacrifiquen a perros sanos con el pretexto de estar enfermos en lugar de asignar recursos para un refugio adecuado.

En las redes sociales han aparecido vídeos inquietantes en los que aparecen gatos y perros enterrados en fosas comunes, lo que ha provocado indignación. Los activistas afirman que, desde que se aprobó la ley, muchos animales han sido asesinados indiscriminadamente.

A medida que Turquía avanza en la aplicación de la ley, el debate sobre el bienestar de los animales, la seguridad pública y el tratamiento ético de los perros callejeros sigue dividiendo a la nación.